Por Leandro Rodriguez
Hace poco más de 15 años, surgió una idea en las Ciencias Sociales para estudiar desastres. Se les consideró "eventos extremos"; de esta manera se empezaron a interpretar las tormentas, terremotos, avalanchas, sequías, huracanes, etc. -no tanto como resultado de grandes estudios científicos-, sino como funciones de un proceso social en marcha. Su estructura de relaciones humanas, y más extensamente, de los procesos históricos que han dado forma a dichos fenómenos. Es interesante y llama a reflexión por ello, lo que está sucediendo en los Estados Unidos de Norte América con la ocurrencia del Huracán Katrina. ¿Quién podría imaginarse que el país más rico del mundo se mostrara impotente ante la devastación? ¿el país que tiene los recursos tecnológicos más fuertes del planeta y los recursos humanos más capacitados?. ¿Un país que se jacta de gran tecnología, mostrando poder extremo y derroche de dinero -cuando se trata de guerras que sustentan determinados intereses economicos- y que se encuentre en la misma situación que países tercermundistas, para responder a los efectos de la naturaleza?Definitivamente, esta imagen se derrumba, porque no corresponde a la supuesta capacidad de reacción que se le podría atribuir. La ciencia entonces esta totalmente divorciada de una estructura politica que sustenta la respuesta a los efectos de la naturaleza. Es increíble escuchar al Alcalde de Nueva Orleans pidiendo toda la ayuda posible, porque simplemente ésta no llega; ver como escasean los alimentos, sin agua potable ni electricidad, y con servicios higiénicos -que han sido reemplazados- por sendas bolsas de plástico. Inexplicablemente en pleno siglo XXI, los Estados Unidos de Norte América se encuentran (guardando las diferencias del caso) en la misma situación que el Perú hace 34 años, cuando ocurrió el terremoto del 31 de mayo de 1970. El Perú, un país desorganizado, pobre, sin infraestructura, y menos aún ¡sin ciencia! No puede creerse que un país rico esté recaudando dinero, cuando se da el lujo de mantener tropas en Irak que le cuestan ¡600 millones de dólares diariamente!. La gente se pregunta entonces, ¿dónde está el gran ejército americano que podía haber llegado a evacuar a la gente o atenderla?. Como no existe atención del gobierno para este hecho, consecuentemente tampoco hay control. La diputada española Lourdes Muñoz de Santamaría -quien se encontraba de vacaciones con su familia- afirma: "todo es un desorden total, un caos, la selva, la gente esta tirada en el suelo en medio de la basura. Es la imagen de un 'país tercermundista'". Bush con la poca inteligencia que lo caracteriza y autoerigido como el ' lider global' contra el terrorismo, no sabe cómo reaccionar ante lo que el miércoles último calificó como el mayor desastre de nuestra historia. Asímismo, no pudo explicar qué se estaba haciendo sobre el terreno y cómo iban a enfrentar los problemas de seguridad, salud y rescate que afectan a cientos de miles de personas, y que están abandonadas a su suerte. No existe lógica por ello, cuando entramos a la página de la Cruz Roja Americana (http://www.cruzrojaamericana.org), y observamos que se está pidiendo donaciones ¡para Estados Unidos de Norte América!. En tal caso, ¿qué podemos decir al mundo entero, cuando se siguen gastando miles de millones de dólares en Irak y en mantener tropas en otras partes del mundo? Curiosamente, toda la ciencia como respuesta práctica para este desastre, no ha servido absolutamente para nada. Es probable que los científicos norteamericanos, hayan construído escenarios en base a supuestos, donde han simulado circunstancias como las que actualmente se viven; pero a pesar de que en teoría, la organización del país lleva a integrar ese conocimiento con políticas adecuadas para la respuesta, en la práctica -repetimos-no se ha dado. Por inducción preguntémonos: ¿qué es lo que podría ocurrir en la actualidad con un evento natural, como un gran terremoto en la ciudad de Lima?. En un país informal, pobre y desorganizado; en donde las instituciones están desconectadas o atomizadas. En donde hay políticas inadecuadas, y donde reina la ignorancia a todo nivel (?) Lastimosamente, los científicos seguimos creyendo que resolveremos los problemas de nuestra población, con grandes estudios que realizamos y no nos damos cuenta que, mientras no integremos los factores donde subyasen esas investigaciones, simplemente no servirán para nada, porque no cumplirán su fin. Haciendo nuevamente referencia al terremoto del 31 de Mayo de 1970 -evento que me tocó vivir-, esa gran devastación fue en gran parte, producto de los procesos históricos iniciados durante siglos. Dichos procesos finalmente, trastornaron las efectivas formas de adaptarse a los peligros ambientales, diseñadas por las poblaciones y culturas preincas e incas a través de los 10,000 años de resistencia humana en la región. Podemos concluir entonces, que la gran vulnerabilidad que existe hasta el día de hoy, es un fenómeno creado socialmente. Un producto histórico producido por otros factores perfectamente identificables; pero que con una investigación cuidadosa y combinada con la experiencia técnica, podría contribuir a reducir la destrucción que puede existir en el futuro, ante la ocurrencia de un evento natural. La situación está planteada. Queda en nosotros tomar las acciones necesarias para lograrlo. |